¡BIENVENIDOS!

¡Estás en el camino correcto . . . Chinicuila es nuestro, hazlo tuyo!

miércoles, 11 de agosto de 2010

MI TIA OFELIA


¡A TI QUE ME HACES FALTA!

Por Judy



Durante los festejos del Día de Muertos, el año pasado, mi hijo participó en su escuela con un bailable muy bonito, donde precisamente se le mostraba a La Muerte, todo lo que la hemos festejado a través del tiempo.

Antes de la presentación , que fue en el “Auditorio del Parque Regional de Colima”, y viendo los ensayos de la misma, recordé a una bellísima mujer que murió cuando yo apenas tenía escasos 12 años y quien marcó mi vida de una manera impresionante, creo que nunca había sentido un dolor así, esa hermosa mujer era mi Tía Ofelia, una hermana de papá, que a los 42 años muere por una septicemia causada por la muerte del bebecito que esperaba y que de alguna manera habían tratado de mantener estable en su vientre para que naciera en su término.


Mi tia Ofelia, desde muy jóven se caracterizó por ser una adolescente hermosa físicamente; más bella aún, en su interior. ¡Un beso donde quiera que te encuentres!



Sumamente doloroso fue el perderla, pues a pesar de tener poco tiempo de conocerla y de convivir con ella, escasos 3 meses, siempre se mostró ante mis ojos, como una gran mujer, ella fue la persona más importante en mi vida, una vez que ya no tuve a mis padres conmigo, al avecinarme en esta Colima que ahora es mi gran ciudad, para continuar mis estudios de Secundaria.

Todavía no logro hacerme a la idea del por qué, la muerte nos arrebata a los seres que queremos, y mucho menos entender que efectivamente el problema es, que ya no los volveremos a ver, sin embargo, me doy cuenta que, por lo que vivimos con ellos, siguen presentes y permanecen en nuestras mentes, tal como cuando los vimos por última vez.

¿Cuáles son mis recuerdos? esos preciosos momentos que pasamos juntas, lo juguetona que era cuando al llegar del colegio nos pedía que le diéramos una mordida de la paleta de frutas “Popeye” con que habíamos llegado, acaloradas del caminar diario. Bien inocentes caíamos en su juego, ya que nos decía a Lily mi hermana y a mí, que la mía era la más rica y a Lily que la de ella, lo que nunca se me ocurrió creo, fue traerle una para que se la comiera completa, igualmente recuerdo, cuando nos llevaba a “La Tropicana” una fuente de sodas, que estaba instalada en el Jardín Núñez a consumir el famoso “Pingüino” ¡riquísimo!, el cual era una bebida de hielo raspado con leche y guayaba. Ya en casa, servirnos la comida, siempre con una sonrisa, alegre y con un gesto motivador en su cara.


Mis tias Ofelia y Socorro Trujillo Gutiérrez (qepd) cuando jóvenes, bellas ambas y además sumamente bondadosas.



El último día que la vimos bien de salud, fue cuando nos llevó a la “Cooperativa de Villa Victoria” para que pudiéramos irnos a nuestro terruño en mis primeras vacaciones, durante los días en que se recuerda a los muertos, esto porque se dan días ante la temporada de feria en Colima, después de sólo supimos que estaría en reposo y luego que la habían llevado al hospital y posteriormente su muerte.

Un día, cuando salimos de la escuela para descansar después de nuestra jornada estudiantil, vimos que estaba mi papá en el balcón de la funeraria “Magaña”, sentí un gran vuelco en mi estómago, al llegar a ésta vimos su ataúd, ella estaba allí, blanca y bella como era, con sus preciosos ojos cerrados, sí, ya no tendrían el brillo y el azul que los caracterizaba, hoy que ya rebaso su edad puedo pensar en lo efímero que es la vida, pero tan bonito que es vivirla, igualmente, creo que recordar es vivir y que ella estará siempre en mi mente, como un ser lleno de luz para llevarla siempre en mis recuerdos.

Amigos, hay que hacer honor, a quien honor merece, y créanme todavía lloro al recordarla.

Con todo mi cariño.


Judith Trujillo

lunes, 19 de julio de 2010

¡Ascaris lumbricoides!

Morelia, representó para los jóvenes Chinicuilenses la gran oportunidad para estudiar una carrera. Nos tocó vivir una muy bonita época en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, más o menos al iniciar la década de los 80’s. Recuerdo que inicié la preparatoria en la Prepa # 2 Pascual Ortiz Rubio. Al finalizar ésta, decidí estudiar la carrera de Agronomía y la única escuela se localizaba en la Ciudad de Uruapan por lo que me trasladé a la "Perla del Cupatitzio" para iniciar mi carrera como Ingeniero Agrónomo en la especialidad de Fitomejoramiento. Al mismo tiempo, llegaban a Morelia procedentes de Colima algunos primos con objeto también de estudiar sus carreras universitarias. Bien, esta pequeña introducción es más o menos para situarlos en la circunstancia que nos tocó vivir.

En la fotografía, tomando un refresco más o menos en la cuesta de "Palos Marías" al "Puerto de la Mula", Rogaciano Gutiérrez Mendoza, José Rafael Trujillo T. y Alberto Larios Oseguera, trasladándonos a Villa Victoria para gozar de un "merecido" período vacacional, justamente en la época en la cual refiero la anécdota. Roga había concluido su carrera como Ingeniero Agrónomo y Alberto, era el Ingeniero residente de Obra de la Compañia "Obras y Casas" propiedad del Arquitecto Alfonso Gutiérrez Martínez, quienes realizaban algunos trabajos en Villa Victoria.


Rentaban un pequeño departamento Jorge Trujillo P., Jorge Pineda, José Silva, Benjamín y Manuel Trujillo, Benjamín García T. y otros jóvenes más. Este departamento había sido “heredado” por los nuevos profesionistas que ya habían salido a cumplir con su Servicio Social a diferentes lugares.

Cada fin de semana, me trasladaba a Morelia desde Uruapan y los visitaba con el fin de ajustarme a las actividades que ellos realizaban que principalmente era el ir a jugar basquetbol, asistir a algunas fiestas, a las “discos” de moda (El Molino y El Barón Rojo) o simplemente disfrutar de la compañía de los primos y amigos, entre Ellos, Jorge Trujillo S. (Coque). Quiero decir que había comportamientos muy disímbolos; esto es, había quienes por su especial circunstancia económica debían trabajar duro para hacerse de recursos y poder estudiar su profesión. Recuerdo a los primos Benjamín y Manuel, ahora médicos de mucho prestigio en Colima, tuvieron que trabajar de noche haciendo guardia en la farmacia de la Clínica Morelia, para temprano asistir a la Facultad de medicina a tomar las clases en la carrera de medicina que eligieron, otros más se concretaban a asistir a sus clases, estudiar lo suficiente y necesario para cumplir con el compromiso y listo.

He comprendido que el sacrificio temprano es sinónimo de éxito futuro.

Bueno, quiero referirme a una anécdota sucedida en este “vaivén” de cosas entre este heterogéneo grupo:

José Silva (Joselito) siempre ha sido muy bromista, en una ocasión en que uno de los hermanos Trujillo había entrado al baño a “hacer del 2” y después de emplear alrededor de 20 minutos para leer cualquier revista, simultáneamente, a su necesidad, escuchó unos toquidos en la puerta del baño que avisaban de una gran urgencia. Era Joselito quien urgía a Manuel a “cortarle”. Este último, olvidó lo básico después de todo: ¡echarle agua!

Cuando entró José, un “flotador” orbitaba aún en el receptáculo sanitario. De inmediato, José maquinó su travesura (cual diablillo de Derbez): tomó un tubo de crema para las espinillas de la marca “Clearasil” color piel y con toda calma aplicó una cantidad suficiente al “submarino” de manera que semejara a una lombriz. Una vez concretado el primer paso de su broma, llama con gritos despavoridos a Benjamín, hermano de Manuel y quien cursaba el 2º. año de medicina, obviamente que su conocimiento acerca de problemas gastrointestinales era mayor. Al llegar Éste al baño y observar aquel “gusano” sobre el “flotador” gritó: ¡Ascaris lumbricoides! (que es el nombre científico de la especie más común de lombrices intestinales) apelando a su conocimiento sobre estos bichos, ¡Inmediatamente te tomas un tratamiento con Vermox! exclamó; Joselito, obviamente se moría de la risa, lo que motivó la duda y finalmente al descubrimiento de la verdad. Después de todo, todos reíamos.

Un saludo para todos los ex-inquilinos de este modesto departamento localizado sobre la Avenida Virrey de Mendoza en la Cd. de las Canteras Color de Rosa y que sirvió de hogar a todos Ellos.

miércoles, 23 de junio de 2010

LA AFICION POR EL FUTBOL

¡Son tiempos futboleros! En el Sur de California, supongo que en todo el estado y en muchos otros más, están sintiendo la influencia hispana (o Latina, como dicen acá) debido en gran medida a la gran afición que existe por el futbol.


El pasado domingo, tuvimos la grata visita de nuestro amigo Martín Moreno Gallardo (Hijo de la Sra. Josefina Moreno, qepd) a nuestra casa para disfrutar del partido de futbol entre las Selecciones de México y Argentina. De ninguna manera me sorprendió el atuendo escogido por Martín en esta ocasión. El, es partidario acérrimo del Equipo de Futbol Mexicano Guadalajara. Como el mismo se define "Soy Chivista de Corazón" y así es en efecto, en los 10 años que tengo de convivir con la familia, dado que es el esposo de mi tia Lourdes Trujillo Madrigal, he logrado darme cuenta de su gran afición por este deporte, aunado a la "Mexicanidad" que compartimos. Aquí les presento unas fotografías de Martín:


















jueves, 17 de junio de 2010

LAS VACACIONES

"Ocho días antes del periodo oficial de vacaciones, ya la mayoría de nosotros que estudiábamos en Morelia teníamos lista nuestra maleta para regresar a casa"




C. D. Ramón Godínez Gutiérrez




Queríamos apurar al tiempo, los días se hacían eternos, hacíamos y rehacíamos maletas por algo que se nos había olvidado y así las cajas de cartón muy socorridas las de jabón Ariel o si no se quería llevar más, se buscaban las del empaque de huevos que eran súper resistentes al recio manejo, y alguno que otro de nosotros portaba orgulloso un desvencijado Veliz de lamina y que un buñuelo tendría menos arrugas, pero era que éste ya había pasado por varias generaciones.

Era por lo general un viernes y a eso de las 10.30 de la noche cargando nuestro equipaje nos dirigíamos a la terminal de los Verdes, así llamados los Autobuses de Occidente que venían de paso de la ciudad de México, y tenían su terminal en la avenida Madero muy cerca del cine Morelos, también pasaban los Tres Estrellas de Oro pero era muy caro para nosotros así que preferíamos a los Verdes.

Al llegar el camión todo era apresuramiento por encontrar un lugar disponible, y cuando por fin aparecía el chofer y con voz de medio adormilado nos decía. No hay lugares quizá hasta Zamora o Jiquilpan, pero si quieren pueden irse en un asiento adicional, que consistía en una tabla que se sostenía entre los bordes de los asientos de cada lado, y los que viajábamos nos veíamos con resignación y aceptábamos las condiciones. Queríamos llegar.

A poco rato de iniciado el camino empezaba el sufrimiento de la incomodidad de la tabla y el sueño también ayudaba y decidíamos mejor tirarnos en el piso del camión donde no pocas veces recibíamos un pisotón, escupitajo de algún pasajero mal intencionado y también olores no muy gratos.

Adormilados escuchábamos al chofer decir ¡Zamora! y nadie bajaba pero siempre subía un vendedor a las tres de la mañana que recorría el pasillo y ofrecía ¡Gelatinasssh, gelatinasshh! y por supuesto no era tan afortunado en la venta, por fin Jiquilpan y dos o tres gentes desocupaban y así de rato en rato compartíamos asientos hasta que llegábamos a Colima frente al Jardín Núñez donde tenían su terminal.

Grupo de estudiantes disfrutando de sus vacaciones en Villa Victoria: Eduardo Larios Trujillo (Lalo) (qepd), Hugo Pineda Mendoza, Ramón Godínez Gutiérrez (Monín), Alfonso Gutiérrez Martínez, José Tobías Trujillo Larios (Chelo o Toby) y Teresa Calvillo Espíndola (quien se unió al grupo de Escuelantes para la foto).


Recuerdo que ya después de desamodorrarnos llegábamos al puesto de jugos y licuados que allí mismo en el jardín, muy temprano ya podíamos disfrutar de un rico Choco Milk con mucho hielo picado, apropiado para el clima de Colima, solo costaba un peso (sin huevo) a veces quitábamos el popote al vaso y así trago a trago lo disfrutábamos para luego limpiarnos los bigotes dándole una pasada a todo lo largo del brazo, después nos íbamos caminando a la Cooperativa para apartar lugares , siempre procurábamos los de la fila de adelante o preguntábamos por la caseta, así nos librábamos un poco del polvo y nos sentíamos mas importantes al llegar a Villa.



Aquí tomando un receso durante la agobiante pero a la vez deliciosa travesía desde la Cd. de las Palmeras hasta la tierra de los Jacanicuiles. El conductor del camión: Sr. Leonel Trujillo Gutiérrez, posa orgulloso con su mueble junto a un distinguido grupo de pasajeros.


Y así a las 10.30 ya con las recomendaciones para el cuidado de cajas y belices amarrados en el capacete del camión, e insistiendo ¡por favor no se vayan a sentar en el equipaje! todos apretujados iniciábamos el camino y llegando a la desviación a Tepames había la oportunidad de subirse al capacete y empezaban las recomendaciones del chofer en turno. ¡El que quiera montarle al capacete, móntenle, pero apriétense bien el barbiquejo porque no hay paradas y por favor no se sienten en las cajas y los belices de los muchachos! Allí iniciaba el baño de tierra.

Después de algunas horas la llegada a Estapilla a comer con Chencha donde siempre había lo mismo, carne de puerco con chile, frijoles fritos, a veces tortillas recién hechas y un calor sofocante que era donde aprovechaba aquel señor que le apodaban Guano y que vendía ricos helados que transportaba en un barril de madera desde Colima, para hacer su agosto.

Ya con la “panza” llena, la pasada del puente del río grande que era dirigida por el ayudante del chofer y la gente escuchando el crujido de las vigas y presintiendo que en cualquier momento podíamos caer al río, cosa que parece nunca sucedió.


Más o menos en estas condiciones viajábamos desde Colima a Villa Victoria. Aquí un grupo de pasajeros queriendo abordar la canoa para cruzar el Rio Grande, debido a que era la temporada lluviosa y el puente de vigas había sido arrastrado por la creciente, como cada año sucedía, a menos que fuera rescatado antes de las primeras lluvias.


El aire caliente empezaba a hacer estragos en los desvelados y ya en "La barranca de la amargosa" los primeros macetazos en la tabla de enfrente se empezaban a sentir y por algunos momentos nos volvían a despertar, pero era tan intenso el sueño que más de tres o cuatro veces nos sucedía lo mismo, no surtía efecto la embarrada de saliva en los parpados. De pronto fuertes golpes en la caseta. ¡Párate, Parate; Dile que se pare! ¡A éste vale le viene haciendo el carro y ya se vasquió! y así entre gajos de naranja, restos de pitaya y otros alimentos desocupaba la panza que hacía no mucho rato había llenado. ¡Ponle una moneda de cobre en la mano, que la apriete, o ahorita que lleguemos a "El Zapote" cómprale una Fanta con Alka Seltzer! eran las sugerencias que le hacían al acompañante del mareado que por supuesto ya también sus ropas llevaban huellas de la desgracia.

Tramos de río que eran parte del camino, olor a tierra mojada y las olas y salpicaduras del agua hacían mas divertido esa parte del camino por donde circulaba el camión; por cierto, alguna vez me tocó por lo profundo del río, quedarnos metidos un buen rato en éste, sobre todo en El Paso del Cacao entre "La Minita" e "Hihuitlán".

"El Salitre de Copala" representaba la última parada y casi siempre acompañada con la música del tocadiscos de Arcadio Cuevas con canciones de Las Jilguerillas y no faltaba que algún conocido con un vaso de veladora en la mano, te invitara un trago de una cuba preparada con mezcal y una pepsi (al tiempo) ¡dale un pegue vale, pa' ver como quedó! y no tenias que hacer el desaire y la insistencia ¡No, no, no dale uno grande, que te sepa!

"Los Platanitos" el aire fresco, el olor de los árboles de cabezos en "La Parotona" y de pronto el caserío alineado en las calles serpenteantes de nuestro querido pueblo, el paso por los guardaganados y la bajada por"El Reparo" entre los últimos bamboleos truenos, del escape del camión como presintiendo que habíamos llegado los ojos y pelos tiezos con el último baño de tierra, nos reacomodábamos en los asiento para ir saludando felices a la gente que encontrábamos.

Y sí. Después de saludar a la familia, un rápido regaderazo para estar listos en el jardín con los amigos, ponerse al tanto de los acontecimientos, esperar la llegada de las muchachas a la hora del Rosario y ver la posibilidad de algún romance -que ellas ya no nos creían-. Y así todas las noches entre escuchar música del tocadiscos del puesto, invitaciones de refrescos, cacahuates , naranjas chicles, un Tín Larín o cualquier otra golosina y andar vuelta tras vuelta en el jardín transcurrían las dos horas que duraba el encanto, porque antes de las diez éste quedaba vacío y entonces a correr a dormir.


El Jardín, resguardado por el templo, lugares de reunión predilectos por jóvenes de aquella época para disfrutar sanamente y en paz de la tranquilidad que ofrecía nuestro pueblo.


Así a los pocos días llenos de recuerdos y nostalgia, y el haber comido de todos nuestros antojos, sobre todo en la tarde saborear los exquisitos virotes con miel de la panadería de Chuy Larios regresábamos de nuevo al estudio y esperar de nuevo: LAS PRÓXIMAS VACACIONES.


Con el gusto, el afecto y cariño de siempre los saluda.

C. D. Ramón Godínez Gutiérrez

Morelia, Michoacán Junio de 2010


viernes, 11 de junio de 2010

PRESENTACION

Como miembro de una generación de "trancisión tecnológica" debido a que en nuestros tiempos de estudiante la computadora era una herramienta utilizada por los grandes centros de Investigación en las Universidades y actualmente están al alcance de todos; y además queriendo satisfacer la necesidad personal de dejar evidencia de la historia viva que podemos encontrar en anécdotas, recuerdos imborrables de nuestros conocidos y propias acerca de nuestro querido Chinicuila, se ha creado este pequeño espacio para que participemos activamente con nuestras vivencias.

Este blog está a tu disposición para que envíes tus anécdotas, vivencias personales o de grupo, fotografías, relacionadas con nuestra tierra siempre y cuando sean en un marco de respeto absoluto por los demás.

Mi correo es leafart@yahoo.com y aquí podrás enviar cualquier sugerencia, estamos a tus órdenes