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domingo, 12 de agosto de 2018

LA PUERCA CON CADENA






Leyenda de Chinicuila del Oro.


Nos tocó vivir una niñez fantástica en Villa Victoria, Michoacán a finales de los 60’s y principalmente en la década de los 70, en el barrio de la calle Melchor Ocampo –esa calle que te conduce directo a La Piedra de La Cruz- circunstancia especial es que la esquina donde existe la casa familiar, era justamente el centro de reunión de los pequeños de la época que venían de las calles aledañas a pasar un rato feliz, de sano esparcimiento.

Esta esquina  fue el centro de reunión
de los pequeños de la época a la que se hace referencia


Concurríamos a la esquina Los Osorio Rojas, Los Gutiérrez Mendoza, Los Sandoval Gallardo, Los Valdez Ochoa, Los Esparza Díaz, Los Trujillo Serrano, Los Espinoza Chávez, Los Mendoza Licea, Los Aguilar Abundiz, Los García Maldonado, Los Navarro Ochoa, Los Trujillo Trujillo, y tantos otros que no quisiera omitir pero que escapan a mi memoria.

Dependiendo de la temporada del año, era el tipo de juegos que realizábamos, dado que en nuestra región sólo podíamos definir las temporadas de aguas y secas.

Los globos de Cantoya, elaborados con papel de China. Espectáculo imperdible en la temporada De aguas


Las reuniones eran todos los días después de asistir a la escuela algunos y otros, después de ayudar a sus Padres en los trabajos diarios. La Temporada de secas era especial porque se prestaba a jugar con el trompo, las canicas (nosotros le llamábamos caicos), jugar al burro castigado, El florón, Los encantados y uno que particularmente nos gustaba mucho El Bote (las escondidas). Este último consistía en hacer una selección previa en donde se aplicaba el filtro de “la manzana podrida” con objeto de escoger a quien iniciaría buscando a los escondidos niños.

El Burro Castigado.
Juego clásico de las esquinas de Chinicuila del Oro

Después del cansancio producido por las corretizas y previo al “anuncio” que Carmen Calvillo hacía al cortar la electricidad del alumbrado público y que indicaba que en 20 min. llegaría a su fin el servicio, nos sentábamos en torno al que conocía los cuentos, sobretodo de terror, y le escuchábamos aquellas fantásticas narraciones que hacían que nuestro regreso a casa fuera con el miedo característico de los pequeños.

El zócalo de Villa Victoria, Michoacán en el 2018.
(El crédito respectivo al autor de la fotografía)


Recuerdo la famosa “Leyenda de la Puerca con Cadena” que oíamos de personas mucho mayores que nosotros así que debe ser una vieja leyenda. Trataré de narrarla tal cual la he escuchado:

“cuentan que, a las 12 de la noche junto al frondoso, profuso y exuberante Salate (Higuera) que se encuentra en el Puente de la calle Lázaro Cárdenas, el famoso puente del encementado de Leobardo Valladares, aparece una furiosa puerca arrastrando una pesada cadena. Dicen que como si cada opresivo eslabón significara una pena de la mujer que convertida en marrana, purga su eterna condena. La marrana, recubierta con el fango apestoso de la pudrición del arroyo, va seguida en fila, por unos furiosos marranos, que con los colmillos de fuera y emitiendo sonidos como carcajadas tétricas de pequeños, entonan esa famosa canción llamada Amor Chiquito. Así, mientras la puerca arrastra el pesado metal y gruñe con una fuerza tal, que opaca el suave rumor de las aguas del arroyo que sucumben al doloroso y desgarrador lamento; los puerquillos, con sus afilados colmillos y sonriendo siniestramente, bailan y cantan sin cesar, Amor chiquito, acabado de nacer, tu eres mi encanto y eres todo mi querer . . . "

El famoso Puente de Leobardo
(lugar donde se aparece La Puerca con Cadena)

Así que cuando vayas a Villa Victoria, Michoacán no olvides pasar, a las 12 de la noche, por el puente de Leobardo. Si padeces de enfermedades cardiacas, presión alta o diabetes; te recomiendo que te abstengas de hacerlo porque sufrirás las consecuencias, al sentir que tu pelo se eriza y tu corazón se acelera al presenciar tan terrible y siniestro espectáculo.